El cambio es grande. La ciudad se transforma y la comunidad comienza a "ver con otros ojos", los cambios que está generandono no sólo en lo urbanístico, sino en el cambio de actitud frente a los mismos. Obviamente, como en todo, existen ciudadanos que desbordan su punto de observación a la crítica por lo que se hace, se hizo o se dejó de hacer, ( no hablo del movimiento en defensa de los arboles), y más delicado aún, su papel protagónico como autoridades integrales van desde lo paisajístico, pasando por lo financiero hasta sus teorías de alta Ingeniería y de transporte público.
Claro que la historia lo demuestra, esta lamentable botadera de corriente, es la replica del tipo de "ciudadanos" que se reproduce en todas partes, igual atacaron Transmilenio en Bogotá, el Metro de Medellín, etc, etc. Y aquí, cuando el alcalde de la época con gran visión, promovió la construcción de una gran avenida en la calle quinta, faltó poco para el destierro frente a semejante "alcaldada", hoy lamentamos el crazo error de los "caleños" de entonces que se opusieron al proyecto y a regañadientes le permitieron la doble calzada, como nos hizo falta ese pedacito de imaginación.
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