Dos años después de ser capturado en un agujero cerca de la localidad donde nació, el antiguo presidente de Irak y sus co-imputados acudieron al juicio acusados de crímenes contra la humanidad por la muerte de 140 hombres chiíes hace dos décadas, y podrían ser condenados a la pena de muerte.El jefe de los abogados de Sadam, Jalil Dulaimi, un iraquí con poca experiencia en grandes casos criminales, y menos aún en los que haya acusaciones de crímenes contra la humanidad, ha dicho que intentará desafiar la legitimidad del tribunal y que buscaría un aplazamiento del juicio, argumentando que no ha tenido tiempo suficiente para prepararlo.
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